Poca gente en el mundo puede presumir de mantener una relación basada en el respeto y el cariño con una leona. Sin embargo, ese es exactamente el caso de Valentin Gruener, un ecologista alemán que vive desde hace años en África.
Para Sigra, este amante de los animales es como un padre para ella. Y no es para menos, ya que el alemán la rescató cuando su madre la rechazó.
Gruener se la encontró deshidratada y desnutrida, así que rápidamente la llevó a una reserva en Botsuana, donde la cuidó y crió. Así, su vínculo se ha ido haciendo tan estrecho que Sirga es capaz de abrazar a Valentín con total naturalidad. Él afirma:
Ella es una embajadora de la naturaleza y la conservación.
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