Según un estudio reciente llevado a cabo por científicos de la ciudad inglesa de Liverpool, sí. Aunque los mininos puedan parecer adorables la mayor parte del tiempo, también presentan rasgos psicópatas. No en vano hay momentos en los que pueden comportarse de una manera bastante agresiva. Esto se debe, tal y como explican los investigadores, a que esta serie de atributos les vino bien en el pasado «en términos de adquisición de recursos como la comida, el territorio y las oportunidades de apareamiento».



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