Tumbados tranquilamente sobre la hierba, esperando en el porche o mirando a través de la ventana… Así se encontró el fotógrafo ruso Dmitry Kokh a estos osos polares cuando llegó a la remota isla de Kolyuchin, ubicada en el mar de Chukchi, en pleno océano Ártico, para su sorpresa.
Y es que él esperaba hallar el lugar abandonado y no contaba con estos nuevos habitantes tan especiales. «Vimos algunos movimientos en las ventanas de las casas abandonadas, y cuando nos acercamos… ieran osos!»
«Nunca antes se habían visto en esos edificios, así que fue una situación única en la vida», asegura emocionado el artista.
0 Comments