En la ciudad inglesa de Manchester es habitual que numerosos ciudadanos se lancen los primeros días de enero a las heladas aguas del río Medlock para comenzar con mucho sentido del humor el año. Y es que la mayoría de estos valientes nadadores se zambullen disfrazados de diferentes cosas.
Una buena manera también de poner a trabajar el sistema inmune, despejar la mente, activar la circulación y regenerar la piel. Y es que los baños a bajas temperaturas tienen más ventaja de lo que creemos. ¿Alguien dijo frío?
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