Ross Colquhoun, un escocés de 37 años, creció sin saber nada de su padre. Pero, cosas del destino, hace dos años se encontró con él de la manera más inesperada.
¿Cómo?
Comprando por lnternet una entrada de un partido fútbol de 2012.
Nada más realizar el pago, el vendedor le reembolsaba el dinero y le enviaba un mensaje en el que le explicaba que era su padre y vivía en Liverpool. Al reconocer su nombre, le hizo tanta ilusión que no dudo en desvelarle su identidad.
Una vez pasado lo peor de la pandemia, ambos se han podido poner cara en persona. Y no solo eso, sino que Ross ha conocido a su hermana Erin, con la que posa feliz en esta fotografía el pasado 10 de Enero.
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